Se tensa o enrojece muy fácilmente... La piel deshidratada carece de hidratación. A menudo se confunde con la piel seca. ¿Cómo saber si la piel está deshidratada? ¿Cuáles son los signos reveladores? Y sobre todo, ¿cómo cuidarla? Te lo contamos todo.
La piel de los adultos está compuesta por un 70 % de agua. Esto demuestra su importancia. Como su nombre indica, la piel deshidratada es aquella a la que le falta hidratación. Y cuando se produce, esta deshidratación se convierte en un círculo vicioso.
Como la piel carece de humedad, la película hidrolipídica que debería protegerla es deficiente. Las células de la epidermis, supuestamente unidas, pierden su cohesión. La evaporación de la humedad contenida en la piel se acelera, provocando la deshidratación cutánea... Y así sucesivamente. Un problema que puede afectar a cualquier tipo de piel: seca, pero también mixta o grasa.
Afortunadamente, esta afección suele ser temporal. Los desencadenantes se conocen a la perfección. Y los cuidados que puedes proporcionar a tu piel para devolverle su flexibilidad y comodidad son muy eficaces. Este es nuestro consejo.
Para saber si tu piel está deshidratada, debes preguntarte: ¿has experimentado algún cambio en la piel recientemente? ¿Sientes alguna vez tirantez en las mejillas? ¿Has notado pequeñas arrugas cuando sonríes? ¿El maquillaje se mantiene uniforme a lo largo del día? etc.
Todos estos problemas son indicios de deshidratación de la piel. Porque la piel que carece de agua suele estar apagada, arrugada y tiende a descamarse en invierno... Esta molestia puede durar todo el día, incluso si se utilizan cremas grasas. Además, el maquillaje no se mantiene tan bien...
Tengo la piel muy deshidratada, es un desastre, es áspera, no está suave y tengo mucha piel muerta.
¿Qué causa la deshidratación de la piel?
El fenómeno de la deshidratación está vinculado y agravado por toda una serie de factores, tanto internos (o endógenos) como externos (o exógenos):
Entre los factores endógenos se encuentran:
Envejecimiento de la piel;
Un mal funcionamiento de ciertos componentes de la epidermis;
Afecciones cutáneas (como eccema, etc.);
Tomar ciertos medicamentos (por ejemplo, contra el acné, etc.).
Los factores exógenos incluyen:
El frío, los ambientes demasiado secos, los rayos UV, la contaminación, el aire acondicionado, etc.
Productos de higiene inadecuados, detergentes;
Afeitado, depilación.
¿Cómo cuidar la piel deshidratada?
Pensar en la «hidratación» de la piel es bueno. Adaptar tu rutina de higiene diaria es aún mejor. Porque, al contrario de lo que pueda parecer, hidratar la piel no es simplemente aplicar una crema por la mañana. Es una rutina completa de cuidado de la piel para mimar tu piel. Un ritual que consta de 3 pasos. No te preocupes, nada es imposible:
Limpiar la piel (y desmaquillarla) por la mañana y por la noche. Es el primer paso en toda rutina de cuidado de la piel para mantenerla luminosa y equilibrada.
Calmar. Unas cuantas pulverizaciones de Agua termal de Avène después de la limpieza ayudarán a combatir la irritación;
El reto consiste en reequilibrar la piel. Los humectantes pueden utilizarse para aportar agua, un elemento vital para rehidratar las células, así como lípidos, para ayudar a reconstruir la barrera cutánea para combatir los agresores externos.
El objetivo, como puedes ver, es poner fin al círculo vicioso y luchar contra la pérdida de humedad. La piel debe permanecer húmeda (hidratada) para una mejor regeneración celular, pero también para evitar la penetración de agentes externos y luchar así contra todos los síntomas resultantes: sensación de malestar, tirantez, enrojecimiento...
Sérum, ¡el compañero perfecto para tu rostro! Durante todo el año, la piel del rostro es la más vulnerable a los efectos del clima, el calor, el frío, la lluvia... Se fatiga y se deshidrata. El uso de un sérum antes de tu rutina habitual de cuidado de la piel aumentará su eficacia y devolverá a tu piel su frescura. Una mascarilla hidratante, varias veces a la semana, dará a tu piel un impulso necesario.
Mientras que muchos de nosotros prestamos especial atención a la hidratación del rostro, algunos tienden a descuidar su cuerpo. Sin embargo, hidratarlo es igual de importante. Porque, al igual que en el rostro, si te falta hidratación, puedes experimentar muy rápidamente molestias en la piel (piel de cocodrilo, etc.). Adoptar una rutina diaria de cuidado de la piel ayudará a prevenir esta sequedad, eliminar la piel muerta, facilitar la renovación celular y, por supuesto, evitar el picor. En cuanto a la formulación, elige una textura en leche o cremaa que combata la deshidratación y la sequedad moderada, y una textura en bálsamo para la sequedad más intensa. Este pequeño truco es solo la punta del iceberg cuando se trata de cuidar tu cuerpo.
FALSO. La piel deshidratada es una condición temporal. La piel grasa es un tipo de piel. Y las dos cosas no son mutuamente excluyentes. Es posible encontrar un producto de cuidado de la piel que combine la hidratación y la reducción del sebo. Después de limpiar y desmaquillar, aplica este tratamiento ligero especialmente para las pieles grasas.
FALSO. Aunque, admitámoslo, el maquillaje tiende a aguantar menos. El objetivo es evitar que las líneas de deshidratación se hagan más visibles con el maquillaje y que la piel se vuelva más escamosa. La combinación ganadora es la de un sérum y una crema hidratante como prebase de maquillaje. Para la base de maquillaje, elige texturas fluidas aplicadas con una esponja y con suaves toques.
VERDADERO Y FALSO. No hay nada que te lo impida. Pero merece la pena adaptar tu cuidado de la piel a las estaciones. Para una mayor protección y comodidad en invierno, opta por fórmulas más cremosas. En cuanto al verano, apuesta por un poco de ligereza con texturas fluidas y opta por las fórmulas con protección solar.
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