Cicatrización: Cuando la piel se lesiona, el proceso natural de cicatrización se inicia automáticamente. Si la «herida» inicial era profunda, el cierre da lugar a una rápida reparación de la epidermis, pero el aspecto no es exactamente el de la piel normal: queda una cicatriz. La cicatriz mejorará, se transformará con el tiempo, e incluso puede desaparecer por completo un día, varios meses después de haberse creado. En ciertas ocasiones, pueden ocasionarse problemas de cicatrización. Si se adoptan los hábitos correctos para el cuidado de las cicatrices desde el principio, se puede ayudar a la piel en este delicado proceso de cicatrización, ofreciéndole las mejores herramientas para conseguir una reparación rápida y de calidad. Esto también se aplica a las cicatrices del acné, los tatuajes y las cicatrices posoperatorias: más vale prevenir que curar.