¿Buscas una nueva rutina diaria antiedad fácil de aplicar? Como sabes, el yoga y los masajes tienen propiedades calmantes para el cuerpo y la mente. Estos beneficios también se aplican al rostro. Adoptando los hábitos adecuados, podrás, en pocas semanas, devolver la luminosidad y la firmeza a tus rasgos, reduciendo al mismo tiempo las arrugas. ¿Lista para una sesión completa?
Todas las partes del rostro y todas las marcas del tiempo pueden beneficiarse de la gimnasia facial. ¿Dudas? Empecemos con los ejercicios para la parte inferior del rostro:
Si tienes el cuello flácido y ha perdido su tono, estíralo hacia arriba, como si miraras al techo. Mantén la posición durante 5 segundos y repítelo 10 veces
Para la línea de la mandíbula: ¿conoces la papada? Son estas zonas bajo las mejillas las que pueden perder fácilmente su firmeza. Para fortalecer la parte inferior del rostro, baja las comisuras exteriores de la boca mientras exageras (ver imagen). Hazlo 10 veces durante 5 segundos.
Para reforzar el contorno de los labios, frúncelos con un movimiento exagerado hacia delante. Hazlo 10 veces durante 5 segundos y conseguirás que tus labios tengan más volumen.
La boca, las mejillas y los pómulos también merecen toda tu atención. Un poco de ejercicio te devolverá la luminosidad. • ¿Conoces los pliegues naso labiales, esas arrugas que van desde el exterior de la nariz hasta la comisura de los labios? Son un testimonio de tus frecuentes risas. Pero sabemos que a veces te gustaría olvidarlas. Para ello, abre la boca y aplica presión hacia abajo en las alas de la nariz (10 veces durante 5 segundos) • Para devolver el volumen a las mejillas planas o caídas, basta con hinchar las mejillas durante 30 segundos (ver imagen) • Los pómulos caídos pueden dar la impresión de seriedad. Para realzar tus rasgos, pon una sonrisa exagerada mostrando todos tus dientes. Mantén la posición durante 10 segundos y repítelo 10 veces.
Los ojos son la ventana del alma. Por lo tanto, deben reflejar tu juventud. Dado que la mirada cansada se debe a menudo a la flacidez de la piel de los párpados, debes centrarte en ellos especialmente. Existen dos ejercicios:
Abre los ojos lo máximo posible, como si algo te sorprendiera
Coloca los dedos índices en el hueso de la ceja y parpadear con fuerza. Repítelo 10 veces.
La parte superior del rostro suele estar marcada por la aparición de las primeras arrugas, las famosas líneas de expresión. Ten por seguro que tú también puedes hacer algo al respecto.
Líneas de expresión. Ya sabes, esas líneas verticales entre las cejas. Para alisarlas y suavizarlas, coloca un dedo entre las dos cejas, empuja hacia arriba mientras levantas las cejas. Repite este gesto 10 veces rápidamente (ver imagen).
Las arrugas horizontales de la frente aparecen cuando se levantan las cejas (al sorprenderse o al maquillarse). Para alisar y tensar la parte superior del rostro, coloca los dedos en el nacimiento del cabello, por encima de las sienes. A continuación, empuja la piel hacia arriba y hacia atrás tanto como sea posible.
Al aplicar el sérum, el contorno de ojos o la crema de día, el gesto es el mismo. Aplica el producto dando toquecitos. Esto aumenta la circulación sanguínea y facilita la absorción de los activos. A continuación, alisa hacia el exterior del rostro.
Estimular
Para ello, pellizca el rostro y el cuello suavemente entre el pulgar y el índice. También puedes utilizar el método de las «ventosas», especialmente en la frente y la línea de la mandíbula. Coloca las palmas de las manos sobre el rostro y levantarlas rápidamente para mejorar la microcirculación sanguínea.
Mañana y noche, acciones rápidas y sencillas
Por la mañana: extender la crema de día por toda la superficie de los dedos. Extender suavemente sobre las mejillas, la frente y el cuello, desde el centro hacia fuera. Para estimular la microcirculación, terminar con el método de las ventosas aplicando una ligera presión con las palmas de las manos en la cara, el cuello y la mandíbula.
Por la noche: después de haber aplicado y masajeado el tratamiento, pellizcar suavemente la piel entre el pulgar y el índice. Empezar por la parte inferior del cuello y subir de izquierda a derecha. Para la línea de la mandíbula, subir desde la barbilla hasta las orejas. Para las mejillas, desde el centro hacia el exterior del rostro. Para las sienes: desde las patas de gallo hasta el nacimiento del cabello. Y para la frente, de derecha a izquierda, empezando por la base de las cejas y subiendo hasta el nacimiento del cabello.
