Senescencia: una bonita palabra para describir una realidad menos agradable que nos concierne a todos: la degradación y el envejecimiento de nuestras células (y por tanto de la piel). La senescencia se refiere al proceso fisiológico natural que está detrás de la flacidez de la piel o la aparición de arrugas. ¿Podemos hacer algo en este proceso? Te lo contamos todo.
El envejecimiento natural de la piel forma parte de la genética de cada persona y, por tanto, está programado. Pero además el envejecimiento de la piel también se ve afectado en gran medida por factores externos, como los rayos del sol. ¿Qué significa esto realmente? ¿Cuáles son los signos visibles e invisibles de este proceso? ¿Se puede influir en estos factores externos? (Spoiler: sí, se puede).
Senescencia: cambios en el interior que se manifiestan en el exterior
Con el tiempo, los mecanismos «naturales» que actúan en el mantenimiento y la salud de la piel se deterioran. Se produce menos sebo, menos melanocitos (células que pigmentan la piel), la renovación celular se ralentiza, el colágeno y el ácido hialurónico, que intervienen en el mantenimiento de la piel, se vuelven más escasos. Las consecuencias visibles de este envejecimiento: en primer lugar, aparecen arrugas y líneas de expresión, acompañadas de una pérdida de luminosidad y elasticidad de la piel. Entonces las arrugas se profundizan, la piel está menos firme. Finalmente, pierde volumen y densidad y es menos confortable. En resumen: como tú, tu piel tiene muchas vidas. Pero aunque este fenómeno perfectamente natural no puede evitarse, sí que es posible retrasar el envejecimiento de la piel adoptando nuevos hábitos.
CONSEJOS FÁCILES Y EXPERTOS
¿Cuáles son los factores que aceleran el envejecimiento de la piel?
Se trata de factores externos, relacionados principalmente con nuestro estilo de vida. Si te expones en exceso sin la protección adecuada, el sol es el peor enemigo de tu piel. Es la principal causa de los cánceres de piel y también acelera el envejecimiento de la epidermis. Las arrugas del escote, por ejemplo, están causadas en su mayoría por el sol. Los contaminantes atmosféricos también influyen al debilitar la película hidrolipídica que protege la piel. El tabaco también es especialmente perjudicial, para el cuerpo, por supuesto, y para la piel. La causa es un cóctel de sustancias tóxicas que dañan las estructuras fundamentales de la dermis, como el colágeno.
HIDRATAR PARA RETRASAR EL ENVEJECIMIENTO DE LA PIEL
Para protegerse de estos enemigos de la piel, la hidratación diaria es esencial.
Durante el día
Hidratar, alisar, tensar y revitalizar: estos son tus objetivos diarios. Elige un producto de cuidado diurno que combine activos capaces de cumplir estas tareas sin sacrificar la comodidad de tu piel. Aplicada después de un sérum, una crema o emulsión «tensa» la piel sin congelar los rasgos. Un consejo: no olvides añadir protección solar a tu rutina si te expones al sol.
Por la noche
Mientras duermes, tu piel está trabajando. Para ayudar a que se regenere aún mejor, elige un producto de cuidado en forma de bálsamo ultracómodo con propiedades suavizantes. Combinar con la aplicación de un sérum para una mayor eficacia y un cutis fresco y descansado por la mañana.
NUESTRAS SOLUCIONES PARA ACTUAR CONTRA EL ENVEJECIMIENTO DE LA PIEL
Los productos de cuidado de la piel de Eau Thermale Avène para reducir los signos de envejecimiento de la piel
