No nos cansamos de decirlo: el desmaquillado es el paso más importante de tu rutina de belleza, el que no debes saltarte en ningún caso. Pero aún así necesitas los productos adecuados para desmaquillarte y limpiar la piel correctamente. Deben elegirse en función del tipo de piel y de sus necesidades.
Hoy en día hay un millón de formas y métodos para desmaquillarse: agua micelar, gel limpiador, gel, leche, aceite limpiador, espuma limpiadora, productos con aclarado, sin aclarado, de día o de noche... Hay dos elementos que deben guiar tu elección: tu tipo de piel y tus preferencias y hábitos.
Elegir un desmaquillante adaptado a mi tipo de piel.
Un desmaquillante es como una crema de día: debe adaptarse a tu tipo de piel para preservar su equilibrio y evitar el envejecimiento cutáneo. \nPara las pieles mixtas o grasas, o en el caso del acné hormonal, elige productos no comedogénicos para no agravar la afección. El gel limpiador o la espuma limpiadora son una buena opción. \nCuanto más seca es la piel, más necesita suavidad y lípidos para nutrirla. Evita los productos que necesitan aclarado para no dañar la piel con el agua dura. Los líquidos desmaquillantes o las leches limpiadoras sin aclarado son ideales para ello.
Desmaquillarse según la hora del día.
Las mujeres con prisa, por ejemplo, probablemente preferirán un producto sin aclarado, como un agua micelar o un limpiador, que se aplican con un disco de algodón (sostenido entre los dedos para mayor suavidad), o un líquido limpiador sin aclarado que se aplica directamente con las yemas de los dedos para lograr la máxima eficacia. En la ducha, un gel limpiador o una espuma limpiadora también ahorran tiempo y pueden incorporarse fácilmente a tu rutina de limpieza matutina o nocturna.
Elige un desmaquillante según tus preferencias.
Evidentemente, tus gustos también tienen algo que decir: el método de aplicación, la textura del producto, la fragancia... el objetivo es transformar este paso obligatorio en un momento agradable de cuidado para ti y tu piel. Dada la enorme variedad de productos, hay mucho donde elegir: acuoso, cremoso, espumoso, fluido, más ligero o más denso, grado de frescura... Todos estos elementos entran en juego en tu elección y dependen totalmente de ti. Un consejo: ¡mímate!
CONSEJOS FÁCILES Y EXPERTOS
Tu piel cambia, por lo que tu método de desmaquillado también debería hacerlo.
Con la edad, la piel se vuelve cada vez más seca y pierde elasticidad. Para desmaquillarse por la noche, elige una leche limpiadora adaptada a tu tipo de piel, que se aplicará con la yema de los dedos. Un pequeño consejo cuando aún quedan productos por eliminar: humedece un pañuelo de papel con agua termal para retirarlos con suavidad.
Agua o leche micelar: cómo elegir el desmaquillante adecuado
Agua micelar
Esta es la opción más cómoda: limpia suavemente la piel, dejándola fresca y limpia, y es adecuada para todo tipo de pieles. Para utilizarla, aplícala en un disco de algodón; coloca el disco de algodón entre la longitud de los dedos y no en la punta de los mismos para reducir la presión sobre la piel, y no dudes en eliminar el exceso de producto con agua termal.
Leche limpiadora
Con su textura rica y cremosa, es un método suave para las pieles secas o deshidratadas, para reponer la piel mientras se limpia. Se aplica con un disco de algodón (sostenido entre las yemas de los dedos), y el exceso de producto se puede eliminar con un pañuelo de papel antes de terminar de desmaquillarse con una loción.
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