¿Sientes molestias cuando te da el viento frío en la cara? ¿Sientes alguna vez calor o picor en la piel cuando te aplicas un producto cosmético? Tienes la piel sensible porque tu umbral de tolerancia a ciertos agresores es inferior a la media. Identificar los factores que sensibilizan tu piel te permitirá cuidarla mejor.
Algunas pieles son naturalmente más frágiles. Maltratadas por los agresores diarios, pueden deshidratarse fácilmente. Por lo tanto, suelen presentar sequedad. La piel sensible también se puede reconocer por su tendencia a enrojecerse con facilidad y por las molestias que a veces puede ocasionar. Las pieles naturalmente sensibles requieren una atención y un cuidado especiales a largo plazo, ya que es necesario reforzar su barrera cutánea.
Piel debilitada por un producto o tratamiento cosmético
Algunos productos que se aplican a diario en la piel contienen decenas de componentes. Muchos de ellos pueden no presentar buena tolerancia en tu piel. Por lo tanto, pueden sensibilizarla aún más. Los cosméticos no son los únicos productos que pueden resultar agresivos. Este es también el caso de las exfoliaciones químicas, los tratamientos con láser e incluso algunos tratamientos contra el acné que pueden ser demasiado agresivos para tu piel sensible.
Sensibilidad por un afección cutánea
La sensibilidad de la piel también puede verse afectada por una afección dermatológica. Muchas afecciones hacen que la piel sea mucho más sensible a los agresores externos. Algunas de ellas, como la rosácea o la dermatitis atópica, suelen ir acompañadas de sensibilidad y una barrera cutánea debilitada. Y algunos de los tratamientos utilizados para tratar estas afecciones pueden, por desgracia, pasar factura a la piel.
Piel sensible
¿Qué es lo que hace reaccionar a las pieles sensibles?
Cosméticos inadecuados
Los cosméticos son los principales desencadenantes de las molestias en las pieles sensibles. Las pieles sensibles son más propensas a reaccionar a las sustancias potencialmente irritantes y sensibilizantes que se encuentran en algunos productos cosméticos.
Medioambiente y clima
Las olas de frío y las bajas temperaturas, el sol caliente, la contaminación o el uso de la mascarilla... Tu piel se pone a prueba en todas las estaciones y en todo momento. Los factores ambientales desempeñan un papel importante, ya que pueden desencadenar molestias en la piel sensible. Tirantez, hormigueo y también sofocos: las molestias de la piel se sienten rápidamente cuando se enfrenta a estos agresores externos diarios.
CONSEJOS AMABLES Y ESPECIALIZADOS
Esos (malos) hábitos que hacen que la piel reaccione
Si tienes la piel sensible, ten en cuenta los pequeños hábitos que pueden desencadenar sensaciones desagradables o incluso signos visibles como el enrojecimiento. Por ejemplo, puede ser tu dieta: una cena picante o una copa de alcohol pueden desencadenar una reacción cutánea visible. Las emociones también influyen: por ejemplo, un ataque de estrés puede desencadenar un calor intenso o un enrojecimiento (rubor). Identificar estos desencadenantes te ayudará a evitarlos y te facilitará la creación de una rutina de cuidado de la piel adaptada a tus necesidades.
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