¿Cómo revisar tus propios lunares?
¿Cómo se puede saber si un lunar es malo? ¿Y cómo puedes controlar la evolución de tus lunares desde cerca? Es esencial que revises tus lunares o que acudas a una revisión dermatológica profesional al menos una vez al año o más a menudo si tu piel está en riesgo o si has tenido un melanoma en el pasado. Tómate tu tiempo para observar la piel en su conjunto, sin olvidar ninguna zona del rostro y del cuerpo:
1- Para la cara, todas las zonas, sin olvidar la parte superior y trasera de las orejas
2- Torso, espalda y laterales, frente a un espejo.
3- Antebrazos, parte superior e inferior de los brazos, palmas.
4- La parte posterior de las piernas, los espacios entre los dedos de los pies, las plantas de los pies, los genitales.
5- La nuca y el cuero cabelludo, raya a raya, utilizando un espejo.
6- La parte baja de la espalda y los glúteos.
Aquí te dejamos una regla nemotécnica que te ayudará a la hora de revisar tus lunares: la regla ABCDE. Cada uno de estos signos en la apariencia de un lunar es sospechoso y merece atención:
- A: Asimetría
- B: Bordes irregulares
- C: Color no uniforme o variado
- D: Diámetro superior a 6 mm
- E: Evolución o cualquier cambio nuevo en el lunar
Cualquier cambio en tus lunares debe tomarse como una advertencia que requiere de atención, ya que pueden desembocar en un cáncer de piel.