¿Seca o deshidratada? La diferencia es importante, porque si bien la piel seca necesita ser nutrida, la piel deshidratada también y ¡sobre todo necesita hidratación! Aquí tienes algunos consejos para distinguirlos y dar a tu piel deshidratada el cuidado que necesita.
Piel deshidratada: piel sedienta que ya no es capaz de retener la hidratación de forma eficaz
La diferencia fundamental entre la piel seca y la deshidratada es que la piel seca está permanentemente seca, mientras que la deshidratada solo lo está a veces. Este estado temporal puede afectar a todos los tipos de piel: grasa, mixta, normal... o seca. Los momentos en los que es más frecuente son los períodos de agitación hormonal y los cambios estacionales. En verano y en invierno, la piel es especialmente sensible a la deshidratación: el frío, el viento y el sol dañan la película hidrolipídica de la epidermis, que ya no es capaz de retener la humedad. Los productos inadecuados, el afeitado frecuente o incluso las duchas con agua demasiado caliente son otros factores que contribuyen a la deshidratación de la piel, que puede sentirse además de verse.
Para reducir la deshidratación de mi piel y como complemento de mis cremas, me aplico un sérum al menos una vez al día, pero la mayoría de las veces es por la mañana y por la noche.
Piel deshidratada: piel áspera y con arrugas
Una piel deshidratada es una piel sedienta. ¿Cómo puedo detectar estos signos de deshidratación? Si hay líneas de expresión en el rabillo del ojo o en las mejillas y aparecen escamas (pequeñas células muertas de la piel) después de maquillarte, lo más probable es que tu piel esté deshidratada.
Con menos frecuencia, especialmente en invierno, las escamas pueden aparecer también en las esquinas de las cejas y en los lados de la nariz. Esta es otra señal de que es urgente hidratar la piel.
Durante el día, recuerda llevar un spray de agua termal y aplica una fina bruma sobre el rostro en cuanto veas estos signos en tu piel, y espera a hidratarla más a fondo por la noche.
Piel deshidratada: piel apagada y sin flexibilidad
La piel deshidratada también tiende a sentirse tirante y carece de luminosidad.
Repara la luminosidad a las pieles deshidratadas
La piel deshidratada siempre está apagada. Esta falta de luminosidad y brillo puede corregirse con un poco de maquillaje, pero hay que conocer algunas reglas. Hidratar con un sérum seguido de una crema hidratante e iluminar con un toque de base de maquillaje fluida que no sea demasiado oscura. Reducir las líneas de deshidratación dando toquecitos con una esponja.
Devolver la comodidad a las pieles deshidratadas
Si tu piel está tirante, enrojecida y falta de suavidad después de una ducha, un paseo al aire libre con tiempo frío y seco o en una habitación con calefacción, es muy probable que esté sufriendo deshidratación. Prueba una crema hidratante específicamente formulada para pieles deshidratadas.
CONSEJOS FÁCILES Y EXPERTOS
La piel seca y la piel deshidratada no tienen las mismas necesidades. ¿Cómo hacerlo bien?
Lee atentamente las etiquetas de tus productos de cuidado facial: la piel deshidratada necesita pequeñas cantidades de grasa para restaurar la película hidrolipídica y la función de barrera de la epidermis, y grandes cantidades de ingredientes hidratantes para mantener la piel hidratada.
Por ello, es aconsejable optar por productos «hidratantes» o «rehidratantes», en forma de emulsión (para pieles grasas, mixtas y normales), crema (para pieles secas) o gel (para todo tipo de pieles). Y para reforzar la hidratación, ¡nada mejor que un tratamiento en sérum para cada cambio de estación!
Durante los periodos en los que tu piel esté deshidratada, elige agua tibia en lugar de agua caliente para limpiarte el rostro y el cuerpo, para no agravar la deshidratación de la piel. Y haz que las mascarillas hidratantes formen parte de tu rutina: si las aplicas por la noche y las dejas actuar toda la noche, conseguirás despertarte con una piel flexible y un cutis resplandeciente.
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